La familia Enterobacteriaceae constituye un grupo grande y
heterogéneo de bacterias gramnegativas. Reciben su nombre
por la localización habitual como saprofitos en el tubo digestivo,
aunque se trata de gérmenes ubicuos, encontrándose de
forma universal en el suelo, el agua y la vegetación, así como
formando parte de la flora intestinal normal de muchos animales
además del hombre.
Escherichia coli, el microorganismo más prevalente de esta
familia, es una de las bacterias prototípicas sometidas a estudio.
En la tabla 1 se detallan los géneros y las especies de
enterobacterias con importancia clínica. En la tabla 2 se resumen
las principales características microbiológicas de la
familia Enterobacteriaceae.
Estructura
Los miembros de la familia Enterobacteriaceae son microorganismos
con forma de bastón, por lo general de 1-3 μm de
largo y 0,5 μm de diámetro.
Como en otras bacterias gramnegativas, su envoltura celular
se caracteriza por una estructura multilaminar. La
membrana interna (o citoplasmática) consiste en una doble
capa de fosfolípidos que regula el paso de nutrientes, metabolitos
y macromoléculas. La capa siguiente, o capa externa,
consiste en un peptidoglucano delgado junto con un espacio
periplásmico que contiene una elevada concentración de
proteínas. La membrana externa compleja consiste en otra
doble capa de fosfolípidos que incluyen lipopolisacáridos
(LPS) (en la parte más externa, son un importante factor de
virulencia de estas bacterias), lipoproteínas (que están fijadas
al peptidoglucano), proteínas porinas multiméricas (que facilitan
el paso de diversas sustancias, incluidos los antibióticos
betalactámicos) y otras proteínas de la membrana externa.
Entre estas proteínas hay algunas organelas complejas que
irradian hacia el exterior: los flagelos, estructuras que se utilizan
para la locomoción y que provienen de una estructura
basal localizada en la membrana interna, las fimbrias (o pili
comunes), con importante función como adhesinas y los
pili sexuales, estructuras presentes en las bacterias que contienen
plásmidos conjugativos y que las bacterias utilizan para
mediar la transferencia conjugativa de ADN del plásmido.
El LPS tiene tres dominios principales: el esqueleto de
lípido A, el oligosacárido fosforilado central (core) y las cadenas laterales de oligosacárido de repetición. El lípido A,
también conocido como endotoxina, es la parte biológicamente
activa de la molécula que el huésped reconoce. El oligosacárido
de repetición unido al LPS se conoce como antí-
geno O. Este antígeno es la base para la clasificación de los
serogrupos. Junto con otros factores, la presencia del antígeno
O media la resistencia bacteriana al efecto bactericida del
suero normal, siendo capaces por tanto de sobrevivir más
tiempo en sangre y causando infecciones hematógenas, diseminadas
y más graves.
En la figura 1 se esquematiza la estructura del género
Enterobacteriaceae.
http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/pdf/Enterobacterias_Medicine2010.pdf